En redes sociales se ha vuelto viral un memorando que supuestamente permite ir al baño; El médico advierte que restringir el deseo fisiológico es perjudicial para la salud
En los últimos días se ha difundido en Internet una observación inusual. En el impreso publicado en una página de Instagram, una mujer llamada Marilia Magalhaes dice que tuvo que escribir una nota para que su jefe pudiera dejar ir al baño a su empleada.
«Certifico que el paciente tiene una frecuencia adecuada de visitas al baño, consistente con la fisiología humana normal. La frecuencia esperada es de 4 a 6 visitas al baño por día», dice la nota.
No hay frecuencia máxima
En una entrevista con tierra tu, gastroenterólogo, Mauro GiacomeExplica que la frecuencia normal de orinar varía de cuatro a ocho veces al día, pero puede verse afectada por factores como la ingesta de líquidos, las condiciones de salud (como la diabetes) y el uso de ciertos medicamentos.
En cuanto a la defecación, que es el “número dos” común, es normal que la frecuencia de defecación oscile entre tres veces al día y tres veces por semana, dependiendo de la dieta, el nivel de actividad física y la salud digestiva general.
El experto también destaca que reprimir las ganas de orinar o defecar con frecuencia puede provocar problemas de salud.
“La retención urinaria habitual puede provocar que la vejiga se distienda, reduciendo su capacidad funcional y aumentando el riesgo de infecciones del tracto urinario. La retención de heces puede provocar estreñimiento e impactación fecal, lo que puede provocar daños más graves, como fisuras anales y hemorroides”, afirma. dice.
Las señales de que la continencia está afectando al cuerpo incluyen:
- Dolor abdominal.
- hinchazón;
- Sensación de evacuación incompleta.
- Vómitos.
- fiebre.
- Se debe considerar ir al baño.
El gastroenterólogo recomienda que para evitar la necesidad de reprimir las ganas de ir al baño se debe:
- Mantener una rutina regular de baño, fomentando su uso a la misma hora todos los días;
- Condiciones ambientales adecuadas, como garantizar privacidad y baños limpios;
- Promover una dieta rica en fibra y beber suficientes líquidos para facilitar la digestión y la micción;
- Educación sobre la importancia de responder rápidamente a las señales del cuerpo para orinar o defecar y evitar la retención prolongada.
Concluye: “Cabe señalar que si hay algún cambio en el hábito de orinar o defecar o si no está dentro del rango normal, es necesario acudir a un médico especialista para saber qué tan saludable se encuentra su salud digestiva y urinaria. «