Carles Puigdemont, expresidente del Estado General, perdió el jueves su recurso contra el Parlamento Europeo ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea: la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea confirma la decisión del entonces presidente de la Unión Europea Parlamento, Antonio Tajani, para negar inicialmente a Puigdemont su escaño tras las elecciones europeas de mayo de 2019 por no desplazarse a Madrid para cumplir la Constitución.
La decisión no tiene consecuencias prácticas en el caso de Puigdemont, ya que fue aceptado como eurodiputado en enero de 2020 y ejerció el cargo hasta el final de la legislatura. El expresidente catalán, prófugo en Bélgica desde la fallida declaración de independencia de Cataluña en octubre de 2017, no se presentará a las elecciones de junio de 2024 y ya no es miembro del Parlamento Europeo.
Sin embargo, la decisión podría representar el futuro de su ex ministro Tony Comyn, que asistió a las elecciones pero cuyo escaño fue declarado vacante por el Parlamento Europeo precisamente porque no viajó a Madrid para cumplir con la Constitución.
La decisión del Tribunal de Justicia Europeo desestimó el recurso de Puigdemont y Comín contra la decisión de primera instancia del Tribunal General de la Unión Europea, que en julio de 2022 ya había declarado inadmisible el recurso de ambos líderes independentistas prófugos. El Tribunal de Justicia Europeo subrayó que el presidente del Parlamento Europeo “no puede desviarse de la lista de representantes electos que le notificaron oficialmente las autoridades españolas”, en la que no figuraban Puigdemont ni Comín porque no fueron a Madrid para cumplir con el constitución.
De hecho, el Presidente del Parlamento no tiene competencia alguna para verificar la validez de la citada lista, corriendo el riesgo de violar el reparto de poderes entre la Unión y los Estados miembros. Este seguimiento es responsabilidad exclusiva de los tribunales nacionales”, se puede leer en el fallo. El Tribunal de Justicia Europeo concluyó que “el presidente del Parlamento se limitó a hacer lo que tenía que hacer: tomar nota de la lista de representantes electos notificada por las autoridades españolas”.