Cuando se le preguntó si su marido hablaría públicamente en los próximos días, Stella se negó a hacer comentarios. El fundador del portal WikiLeaks aterrizó en un avión privado (pagado por el gobierno australiano) hacia el país al que pertenece, tras declararse culpable en un caso de espionaje iniciado por Estados Unidos.Respecto a la posibilidad de que WikiLeaks siga revelando información confidencial, la esposa de Julián se limitó a subrayar que era “demasiado pronto” para responder y que la prioridad era la “recuperación”, subrayando que él “siempre defenderá los derechos humanos”. Siempre lo ha hecho y no tiene miedo.
Respecto a todo el proceso que ahora terminó, Stella Assange dice que la libertad de prensa está amenazada, «La prensa es tan débil como Julian».
En cuanto al reencuentro, dice que “no hay palabras” y que “la imagen lo dice todo”.
Después de casi quince años, Julian Assange regresó a Australia. Ahora es un hombre libre, pero ««Se necesita tiempo para acostumbrarse a esta libertad».. Stella Assange garantiza.
