La joven, de 12 años, llevaba 12 horas aferrada a un trozo de avión en el océano Pacífico.
Bahia Bakari fue la única superviviente del accidente aéreo de Yemen Airways en 2009 en el archipiélago de las Comoras en el que murieron 152 personas. Este lunes, en un juicio contra la aerolínea en un tribunal francés, finalmente tuvo su historia.
Tenía 12 años en ese momento y viajaba con su madre para asistir a la boda de su abuelo. Salió de París el 29 de junio de 2009 y se detuvo en Sanaa, la capital de Yemen. Un viaje que resultaría fatal para los otros 141 pasajeros y 11 tripulantes.
“Era un avión más pequeño, había moscas adentro y olía a palomas”, dijo Bahía. Pero «todo transcurrió con normalidad» hasta el momento del aterrizaje.
“Estaba empezando a enojarme, pero nadie se expresaba mucho, así que me convencí de que esto era normal”, agregó en la corte, citando Sereno.
En Moroni, la capital de las Islas Comoras, un Airbus A310 se acercaba a la pista cuando se estrelló contra el Océano Pacífico.
Bahia Bakari describió el accidente del vuelo 626 de Yemen Airways como “una descarga eléctrica que me atravesó el cuerpo”, y no hay muchos recuerdos de este momento: “Hay un agujero negro desde el momento en que me senté en el avión y el momento en que vi que yo estaba en el agua.
La joven de 25 años se aferra a un trozo de avión en el Océano Pacífico durante 12 horas, recordando el «sabor a combustible» en su boca. “No vi cómo podría superar eso”, admitió, diciendo que se quedó dormido.
La madre de Bahía perdió la vida en esta tragedia. Un recuerdo que la hizo llorar mientras testificaba: «Lo más difícil fue lidiar con la muerte de mi madre. Estaba tan cerca de ella».
Cuando finalmente llegó el bote de rescate, Bahia fue llevada al hospital, donde le dijeron que era la única sobreviviente del accidente.
Una aerolínea niega culpabilidad
Los fiscales en el caso acusan a la aerolínea de homicidio involuntario, alegando que se permitió que el avión volara a Moroni, a pesar de que las luces de aterrizaje no funcionaban. También denunciaron la realización de un entrenamiento experimental con muchas lagunas.
A su vez, los investigadores y expertos afirman que el avión no tenía nada de malo, y culpan a la tripulación por «perder el control» de la aproximación.
Yemen Airways podría enfrentarse a una multa de hasta 225.000 euros.
Ningún funcionario de la aerolínea ha comparecido ante los tribunales, justificándose con la guerra civil en Yemen. Bahia Bakari, que asistió a varias audiencias judiciales con su padre, dice que la situación es vergonzosa: «A mí y a estas familias nos gustaría escucharnos».