Estamos atravesando tiempos difíciles con expectativas sombrías con respecto al cambio climático y sin una idea concreta de lo que podría suceder en el futuro. En este contexto, la ciencia asume un papel importante en la movilización de la sociedad para un debate que, si bien no es nuevo, sigue estando presente y del que depende el futuro de las generaciones futuras. Esto viene en conexión con la declaración de Matosinhos, que fue aprobada por unanimidad el mes pasado por los ministros responsables del área espacial de los países con asientos en la Agencia Espacial Europea (ESA).
El documento tiene como objetivo «acelerar el uso del espacio con el fin de encontrar soluciones para responder a los desafíos sociales, económicos y de seguridad a los que se enfrentan Europa y sus ciudadanos».
El desafío audaz no es fácil e implica la implementación de tres aceleradores para el sector espacial, a saber: a) “Espacio para un futuro verde”, que tiene como objetivo ayudar a los ciudadanos europeos a crear escenarios y soluciones para la vida sostenible en la Tierra a través del planeta gemelo digital desarrollado por la Agencia Espacial Europea; b) “Respuesta rápida y flexible a la crisis”, que brinda apoyo a los países europeos en la respuesta a desastres y fenómenos naturales, desde inundaciones hasta incendios forestales, sin perjuicio de las competencias soberanas de los Estados miembros y de la Unión Europea; c) La protección de activos espaciales tiene como objetivo proteger los activos europeos de los desechos espaciales y la interferencia con el clima espacial.
A estos vectores se unen otros dos de carácter inspirador, cuyo objetivo es impulsar el liderazgo europeo en ciencia y tecnología: una misión para recuperar muestras de lunas heladas y la exploración espacial humana.
Josef Asbacher, director general de la Agencia Espacial Europea, reconociendo la importancia de esa reunión, sostiene que estos supuestos «pondrán a Europa a la vanguardia del uso pleno del espacio por parte de sus ciudadanos, creando oportunidades económicas. Esto otorga a la ESA un mandato claro de camino a la Cumbre Espacial Europea «. El presidente de la Agencia Espacial Portuguesa – Agencia Espacial de Portugal, Ricardo Conde, también destacó la idea de que “si el espacio es donde desplegamos nuestras ambiciones colectivas, no podemos negar que estas ambiciones implican solucionar problemas que cada día ponen más en peligro la vida en nuestro planeta y más ”.
El Manifiesto de Matosinhos pretende, a través de la ciencia, contribuir a la solución de un problema complejo que trasciende fronteras y está constantemente en conflicto con el factor económico y la supervivencia duradera de millones de personas. «La magnitud de la naturaleza y el ritmo acelerado de la crisis climática y otros desafíos significan que ningún país europeo podrá abordarlos de manera efectiva por sí solo», explica Manuel Heitor, ministro portugués de Ciencia y Educación Superior.
Europa ha dado un paso más en la ciencia para contribuir a uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el mundo. Y qué bueno que esta perspectiva se siguiera también en otras latitudes, sin fanatismos, pero con la objetividad necesaria. No es una tarea fácil. Pero esto tampoco es imposible …