Portugal está por debajo de la media europea en sus esfuerzos por combatir la corrupción en Europa Occidental y la Unión Europea, hallazgo recientemente condenado por un informe de Transparencia Internacional, que señaló que la corrupción en Europa, por primera vez en más de una década, puede empeorar.
El último Índice de Percepción de la Corrupción de la asociación analizó 180 países y territorios según sus niveles de corrupción en el sector público, en una escala de cero (altamente corrupto) a 100 (muy limpio).
Según el informe, expertos y empresarios consideran que el país menos corrupto del mundo es Dinamarca, seguido de cerca por Finlandia y Nueva Zelanda, en segundo y tercer lugar, respectivamente.
“La disminución de los resultados del IPC regional en Europa Occidental y la UE muestra que los gobiernos europeos deben tomar más en serio la lucha contra la corrupción y la defensa del Estado de derecho”, dijo Flora Cresswell, coordinadora regional de Transparencia Internacional para Europa Occidental.
“Los países deben elevar sus estándares y hacer cumplir mejor sus propias reglas para intensificar los esfuerzos anticorrupción, proteger el sistema judicial de la interferencia y controlar a los poderosos grupos de interés en la política”.
En cuanto a Portugal (61), está por debajo de la media del bloque (64).
Los países con mejores resultados fueron Dinamarca (90.º), Finlandia (87.º) y Noruega (84.º), mientras que los peor clasificados fueron Hungría (42.º), Rumania (46.º) y Bulgaria (45.º).
Sin embargo, el informe señaló que incluso los países con las clasificaciones más altas tienen dificultades para reducir la corrupción en el sector público, señalando que «tienen un pobre historial de acciones legales contra empresas que pagan sobornos para invadir mercados extranjeros».
El informe destaca un caso en los Países Bajos (79), donde las autoridades fueron criticadas por optar por no procesar a Shell en un caso de soborno petrolero en Nigeria, especialmente a la luz de las sorpresivas absoluciones en Italia en el mismo caso.
Transparencia Internacional también señala las directivas anticorrupción de la UE propuestas recientemente que, de ser adoptadas, requerirían que los estados miembros “criminalicen el soborno extranjero en el lado de la demanda”.
Algunos países de la UE ya han criminalizado los lados de la oferta y la demanda del soborno internacional. Sin embargo, rara vez, o nunca, actúan contra funcionarios extranjeros.