La detención arbitraria sigue siendo una práctica generalizada en México y a menudo es un catalizador de malos tratos, torturas, desapariciones forzadas y ejecuciones.
La advertencia provino del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detenciones Arbitrarias luego de una visita de 12 días al país.
Derechos humanos
Aunque el país ha avanzado mucho, los expertos* señalaron que aún se necesitan reformas en muchas áreas relacionadas con los derechos humanos.
A pesar de las recomendaciones del Grupo de Trabajo y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el uso excesivo de la detención sigue y sigue estando consagrado en la Constitución mexicana, dijeron.
El grupo de trabajo dice estar consciente de los desafíos que enfrenta México, particularmente el crimen organizado, y los esfuerzos que las autoridades han hecho al respecto.
Dicen que las fuerzas armadas mexicanas, la Guardia Nacional y agencias estatales y municipales a menudo practican detenciones arbitrarias.
El análisis indica que las autoridades carecen de los controles civiles e independientes necesarios para garantizar la disuasión y la rendición de cuentas.
Uso excesivo de la fuerza
En particular, el Grupo de Trabajo afirmó que el uso de fuerza excesiva, especialmente desde el momento de la detención, ocurre con frecuencia hasta que los detenidos comparecen ante un funcionario judicial.
En muchos casos, se utilizan la tortura y otros métodos de malos tratos para obtener confesiones y declaraciones criminales.
Según los expertos, el retraso entre el momento de la captura, la entrega a la fiscalía y el traslado a una autoridad judicial aumenta el riesgo de que se produzcan graves violaciones de derechos humanos durante este período crítico.
El grupo de trabajo también notó debilidades, incluidos los sistemas de registro de arrestos y definiciones amplias de delito flagrante. Otros problemas incluyen el acceso insuficiente a asistencia jurídica efectiva y la detención preventiva excesivamente larga.
Migrantes y grupos vulnerables
Expresaron especial preocupación por la detención de migrantes y dijeron que México debe garantizar que la detención sea un último recurso «después de una evaluación individual, en condiciones dignas y con acceso a asistencia jurídica».
La detención arbitraria en México afecta a una población diversa, con riesgos particulares para los grupos vulnerables, incluidos los pueblos indígenas, las personas con discapacidad, las personas Lgbtqia+, los adolescentes, los ancianos y los que viven en la pobreza, dijo el grupo de trabajo.
Los expertos aún evalúan que las autoridades deberían garantizar medidas especiales de seguridad y un enfoque de género.
Se presentará un informe final sobre la visita al Consejo de Derechos Humanos en septiembre de 2024.
