El lunes en Londres, Boris Johnson se reunió con los primeros ministros de Canadá y los Países Bajos. Los jefes de gobierno han anunciado la creación de un grupo internacional para apoyar a Ucrania y reconocen que existe una fuerte dependencia energética rusa, pero también dicen que no puede terminar de la noche a la mañana.
Boris Johnson saluda a Mark Rutte y Justin Trudeau en Downing Street. Sobre la mesa hay un tema: Ucrania.
Los tres líderes anunciaron la formación de una coalición humanitaria internacional, reconocieron más sanciones y dijeron que estaban decididos a reducir la dependencia energética de Rusia.
Pero para eso, se necesita tiempo. El gobierno británico ha estado al frente del apoyo diplomático, financiero y militar a Ucrania, pero la recepción de refugiados ha sido objeto de críticas tanto internas como externas.
El Reino Unido requiere una visa de entrada que solo se emite bajo ciertas condiciones, algo que el primer ministro dejó claro en declaraciones a los periodistas unas horas antes de la reunión trilateral.
En la práctica, hasta el momento, solo 50 refugiados han recibido luz verde para ingresar al Reino Unido, es decir, el 1% de los ucranianos que han completado el proceso de solicitud.
