La agencia norteamericana de calificación de riesgo Moody’s anunció que había rebajado la calificación de la economía brasileña a Ba2, lo que indica una resiliencia financiera «débil y sensible» debido a la elevada deuda del país y a la dificultad para gestionarla, además del elevado gasto gubernamental actual.
La calificación, que indica altos riesgos para los inversores extranjeros, está en vigor desde 2016. Según Moody’s, se espera que la carga de la deuda siga creciendo durante los próximos dos años antes de estabilizarse.
La agencia dijo en un comunicado: «La calificación Ba2 refleja una fortaleza financiera que sigue siendo relativamente débil, dado el estancamiento del gasto de Brasil, su alta carga de deuda y su débil capacidad de pago de deuda, que sigue siendo sensible a las crisis económicas o financieras».
A pesar de la rebaja, las perspectivas económicas de Brasil fueron revisadas de «estable» a «positiva». El ministro de Finanzas, Fernando Haddad, respondió a las críticas de Moody, destacando que la nueva perspectiva refleja el esfuerzo cooperativo de las tres potencias para superar las diferencias y dar prioridad a los intereses nacionales. Haddad celebró: “Incluso con el deterioro momentáneo de la economía global, Brasil está avanzando y recuperando su credibilidad económica, social y ambiental. Tenemos mucho que hacer”.
El Presidente Lula destacó el restablecimiento del respeto internacional y la credibilidad económica y ambiental de Brasil, mientras que Haddad destacó los esfuerzos para mantener cuentas públicas saludables como esenciales para un progreso positivo en el futuro. El Tesoro Nacional indicó que mejorar el equilibrio financiero contribuirá a bajar las tasas de interés y mejorar las condiciones crediticias, ampliando así las inversiones públicas y privadas en el país.
Con información de CNN
