Durante años, el dolor crónico dominó la vida de María de Ceu Romero. Tenía de 15 a 20 ataques al mes, tomaba medicamentos intensos y tenía ataques recurrentes de depresión. Cuando el médico que la acompañaba en el Centro Hospitalario de Leiria le habló de la musicoterapia, ella quiso probarla.
Durante las sesiones individuales, la bibliotecaria de 64 años habló sobre su trayectoria (personal y clínica) y sus gustos musicales eclécticos, desde el heavy metal hasta los cantos gregorianos. El musicoterapeuta le trajo una colección de canciones inspiradas en toda esta información, que le resultó especialmente reveladora. “La música me ha ayudado a ver una serie de cosas, a ser más consciente de lo que he hecho y de quién soy, y a tener un mayor control sobre mi fibromialgia”, afirma. “Durante esas intervenciones”, describe, “sentí una vibración que me refrescó por dentro y me hizo sentir más vivo”. «Entré con dolor grado 8 y salí en grado 3. Poco a poco fue reduciendo significativamente su medicación y ya lleva semanas sin tener crisis. María de Seu espera pronto continuar este trabajo a través de sesiones grupales semanales.