¿Es posible tratar el ictus con toxina botulínica?

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Editorial Radio Pamba

| 2 de junio de 2024

La toxina botulínica, también conocida como Botox, se puede utilizar además de los procedimientos cosméticos. Cada vez más, los científicos encuentran funciones para el compuesto, una de las cuales es útil para quienes han sufrido un derrame cerebral. La neuróloga Dra. Gladys Arnaiz explica detalladamente cómo se puede tratar el ictus con toxina botulínica.

En primer lugar, es necesario entender qué es un derrame cerebral. Según el médico, cuando alguien padece esta condición médica, “el flujo sanguíneo se corta o se reduce a una parte del cerebro. Esto impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes, lo que puede provocar la muerte de las células cerebrales y provocar daños permanentes.

Los síntomas tienden a ser un dolor de cabeza intenso y repentino, debilidad u hormigueo en un lado del cuerpo, confusión mental, dificultad para hablar o comprender, cambios en la visión, desequilibrio, mareos y cambios al caminar. Cuando las personas sienten algo similar, deben consultar a un médico. “La detección temprana y el tratamiento oportuno pueden salvar vidas y reducir las posibilidades de consecuencias graves después de un derrame cerebral”, advierte.

tratamiento

El Botox se utiliza para corregir las consecuencias de un ictus, más concretamente, cuando se produce espasticidad. Sólo aumenta cuando los movimientos disminuyen o los músculos se vuelven rígidos, lo que resulta en deformidades, por ejemplo, una mano en forma de garra, incapacidad para cerrar los ojos o una curvatura de la comisura de la boca hacia abajo.

Para realizar el tratamiento se requiere de un experto en la materia y algunas sesiones. “La toxina botulínica tiene la función de relajar los músculos afectados, bloquear las terminaciones nerviosas e impedir que los neurotransmisores indiquen la contracción muscular”, explica.

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Cabe señalar que el tratamiento del accidente cerebrovascular con toxina botulínica es un procedimiento muy individual. Depende de lo que diagnostique el especialista y diga qué será beneficioso para esa persona. Además, los resultados varían según el paciente, pero generalmente incluyen mejoría funcional y alivio de los síntomas, según el especialista.

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La toxina botulínica se ha utilizado en el tratamiento del espasmo hemifacial desde finales de la década de 1980, y en aproximadamente el 80% de los pacientes, la aplicación de toxina botulínica Botox es un tratamiento muy exitoso para las contracciones musculares involuntarias que caracterizan el espasmo hemifacial.

El tratamiento con toxina botulínica es la primera línea de tratamiento, porque tiene una excelente eficacia y un buen perfil de seguridad. Las aplicaciones generalmente se realizan con un intervalo de al menos tres meses entre ellas, y el efecto se puede observar aproximadamente una semana después de la aplicación.

Los efectos de la toxina botulínica sobre la espasticidad hemifacial son notables por el alivio moderado de los síntomas de espasticidad en 85% a 95% de los pacientes.

Otros efectos de la aplicación de toxina botulínica, según el Dr. Gladys es:

– Interrupción del parpadeo involuntario.
– Interrupción del movimiento de “apretar la boca”.
– Mejorar las contracciones musculares involuntarias alrededor de los ojos.
– Mejorar las contracciones musculares involuntarias alrededor de la boca.
– Armonía facial mejorando la estética y la simetría.

Rocío Volante

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