Cáncer hereditario: cuando el cáncer es de familia y las armas de la ciencia para combatirlo

«Desde que era una niña, cuando vi el cáncer de mama de mi madre, pensé: ‘Me sentará bien, me sentará bien’. A los cuarenta, seré yo.” Confianza de Ana Paula Vineras, 55. La muerte de su madre y abuela, ambas a los 40 años, de cáncer de mama, le hizo temer, por mucho tiempo, una enfermedad , sin siquiera darse cuenta de que podría depender de los cambios genéticos, ella estaba segura de que «corre en la familia».

Las sospechas no se confirmaron de inmediato, pues los especialistas del Hospital de Santa María terminaron por suspender el caso, ya que no había ningún familiar sobreviviente con la enfermedad activa. Sin embargo, Anna Paola y su hermana Carla continuaron en seguimiento en el hospital, donde se les realizaron resonancias magnéticas y ecografías anuales, una tasa superior a la habitual.

Salva a la próxima generación
Delissa Ponte (33), Vitor Ponte (61) y María (2)

A los 28 años, Delissa descubrió que había heredado de su padre Vitor la mutación BRCA-1 que provocó la muerte de su abuela y dos tías por cáncer de mama y metástasis en los ovarios y los huesos. Además de una doble mastectomía preventiva, la enfermera A. realizó en el laboratorio Con diagnóstico preimplantacional, para asegurar que el próximo bebé esté libre de mutaciones.

Rocío Volante

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